martes, 29 de marzo de 2011

Lágrimas

-Hijo, no hay marcha atrás
-Dime, madre, ¿Qué he hecho mal?
-¿Cuál es el delito
Por el que me han de castigar?

-No eres culpable, hijo
-Me pesa el corazón…
-Hijo…
-Madre…dime adiós
Las sombras me ciernen
Me falta la respiración…

-¡No te vayas, por favor!
-No llores, madre,
Que no te atenace el dolor
Piensa que en todas tus miradas
Allí estaré yo…
-¡No viviré sin ti!
-Corta fue mi vida
Amargo es mi fin
Quizá ahora despierte
Del sueño del existir…
-¡Dios, destino, azar!
¡Tu nombre me da igual!
¡No te lleves a mi hijo!
¡¿Por qué me lo has de arrebatar?!

-No culpes a nadie
Fue mi enfermedad
Hoy mi sentencia
Ella ha de dictar
-¡No es justo,
No puede ser verdad!
-¿Quién habló de justicia
En este frío barrizal
Vertedero de ilusiones
Llamado realidad?
No existe en este mundo
Ni justicia ni igualdad
Ideales irreales…
Si pudiesen corregir
Tan inmunda crueldad…

-¡Todo eso me da igual
Quiero que llegue el mañana
Y te pueda abrazar…
Nos quedan tantas cosas que vivir
Y tanto que soñar
No partas, hijo,
Hacia el más allá
Quizá con suerte
Aún te puedas salvar…

-Madre, afrontemos la realidad
No hay nada que hacer
El frío tacto de la muerte
Ya noto en mi piel
Todos mis sentidos
Empiezan a perecer
Y me sumiré en un sueño
Del que jamás despertaré…



-Adiós hijo, duerme en paz
Que ya ningún mal
Te ha de importunar
Me llevaré mis sueños
Los arrojaré al mar
Que se los lleve la marea
Para no verlos nunca más
Sin ti, hijo,
No hay luz en la oscuridad…

-Adiós madre…

-…Adiós…

(Silencio, duerme el joven a los pies de su madre, con una mueca de felicidad, quizá por abandonar este lugar podrido… las lágrimas de su madre riegan el lecho de su hijo, su llanto hiela el alba, su sufrimiento resquebraja montañas, sus ojos se pierden en mares de dolor… muerte, dolor y olvido…)

Van y Seth


Como cualquier otro día, Seth fue al bosque a por leña. Una vez allí, le pareció que otra persona se encontraba cerca. Adentrándose algo más en el bosque, encontró a esa persona, que no era otro que Van, el joven famoso en el pueblo por sus extravagantes vestimentas y su atrevida forma de pensar, casi siempre en contra del pensamiento general del pueblo. Seth se le acercó y le espetó:
-Van, ¿qué haces aquí?
-Pienso, simplemente.
-¿Eso es lo que haces durante todo el día?
-Y creo que le dedico menos tiempo del debido...
-¿Y en qué piensas ahora?
-En ella.
-¿Ella? Creo saber a quién te estás refiriendo. Pero ella no te ama, y lo sabes perfectamente, ¿porque aún sabiéndolo te torturas de esta forma? Sinceramente no te entiendo...
-No hace falta que lo hagas, Seth... déjame decirte algo, que bien se que no te convencerá, pero espero que al menos te haga pensar, algo no muy habitual por aquí... yo mismo he llegado a la conclusión de que es mucho más meritorio y más admirable amar sin ser amado que amar siéndolo... el que ama siendo amado sabe que tendrá su recompensa, que conseguirá lo que quiere y que lo tiene todo a favor, pero sin embargo, quien ama sin ser amado aún a sabiendas de no tener ninguna oportunidad, lucha hasta desfallecer para arrancarle al menos una sonrisa, o una palabra amable, ese es su premio, y lo sabe... es mucho más loable entregar tu vida a alguien que no te corresponderá, porque ahí estás demostrando todo el amor que sientes hacia esa persona, porque le entregas todo lo que tienes a cambio de nada, es el más elevado de los gestos que se pueden hacer por una persona, dar la vida sin esperar nada a cambio...
-...Estás loco Van...
-Si, debo estarlo.
Seth se dio la vuelta y se marchó, pretendiendo parecer altivo, pero en su interior la reflexión de Van lo había dejado confundido, ¿serían ciertas sus palabras?

Ensimismado, Van seguía pensando, de cara al atardecer, mientras susurraba:
-¿Quién está más loco, yo, o el mundo? Me temo que nunca lo sabré...

lunes, 28 de marzo de 2011

¿Qué más podría pedir?

Abrí los ojos para ver
Por última vez
Todo aquello que me importaba
Todo aquello cuanto amé

Y canta el gallo a la mañana
Y comienza a nacer el sol
Mientras, pienso con desgana
Cuando el nace, muero yo.

Y, cuando me vaya
Que no lloren las rosas
Que no enmudezca el jardín
Que cosas tan hermosas
No debieran llorar por mí

A todos a los que les importo
Yo les quiero decir
Se que la muerte es horrible
Que te sume en el desencanto
Pero de verdad os quiero pedir
Que me recordéis con risa, no con llanto

Que entre los recovecos de la memoria
Vagará mi alma, entre suspiros
Del recuerdo que guardéis de mi
Como si no me hubiera ido…

Recordad que defendí mis valores
Tatuados en mi alma
Con sangre y fuego
Tintados con sueños y amores
Entre delirios ciegos…

Amigos míos
Firmes compañeros
Vivid vuestra vida
Que yo os espero

Al otro lado
De vuestro mundo de cristal
Os espero para vivir
Junto a vosotros en la eternidad

A ti ¿Qué podría decirte?
Amada mía, mi dolor es caduco
Nuestro amor es inmortal
Aunque yo me vaya
Él no morirá

No llores por mí
Yo estaré esperando
En el eterno jardín
Lleno de vida
Y de olor a jazmín
Cuando tú vengas
Me verás aquí
Estaremos juntos
Yo junto a ti
Donde no existe el principio
Donde no existe el fin…

Mientras tanto,
Siempre me podrás ver
A la salida del Sol
Al alba, al amanecer
Yo seré la silenciosa sombra
Que en tu despertar
Juguetea con tus sueños
Junto a ríos de cristal…

Y, en mi lecho de muerte
Con mi último suspiro
Al menos puedo decir
Que muero tranquilo
Pues lo mejor que me ha pasado
Lo mejor de mi existir
Es que te quiero y me has amado
¿Qué más podría pedir?

Frío


Aunque nos gustaría hacer oídos sordos a ese insalvable destino al que la propia naturaleza nos obliga, aunque queramos esquivar a esa sombra, en el fondo de nuestra conciencia sabemos que todo tiene un final. No importa lo mucho que nos rebelemos ante ese fatal desenlace, pues su llamada es tan inflexible como el frío del invierno. Queremos huir de sus garras, queremos evitar a toda costa sentir su gélido aliento, su siniestro abrazo,  su sombría llegada. Es el afán humano, luchando para no aceptar lo inevitable.
Pero yo realmente me pregunto, ¿qué habrá más allá del umbral de su mirada? ¿Qué me esperará después de su visita? Cuando me encuentre al otro lado ¿qué podré ver? ¿Oscuridad eterna, sin luz alguna que alimente mi marchita esperanza?  ¿Me reencontraré con familiares que ya se marcharon, me rescatarán sus sonrisas del miedo que inundará todo mi ser? ¿Visitaré paraísos, poblados por ángeles y dioses, donde todo reluce cual brillante oro, o sucumbiré a los infiernos y a los que allí habitan esperando mi sangre?

Si finalmente, el olvido se apodera de lo que fui, si no hay salida posible, ¿Dónde irán mis sueños, dónde irá mi esperanza, dónde irá mi sonrisa? ¿Qué lugar quedará para todo aquello que me hicieron luchar y ser como soy?
Todos mis recuerdos, todos los momentos que me brindaron las personas a las que amé, ¿se convertirán en polvo, como yo? ¿Sucumbirán al implacable paso del tiempo? Ojalá pudieras decirme que mis palabras resonarán para siempre en tu mente, que los recuerdos que compartimos vivirán en tu memoria, que mi vida estará escrita a fuego en tu corazón, dime que viviré en ti…

domingo, 27 de marzo de 2011

Destino


En una fría noche de invierno, a la luz de una lúgubre hoguera, el soñador errante observa el fuego, hipnotizado por las llamas, hasta que el suave crepitar lo va sumiendo en un profundo sueño…
No sabía donde estaba, todo era oscuridad, pero a sus oídos llegaba el sonido de una conversación, a su parecer, muy importante…así que no le quedó más que escuchar…

-Yo soy el Destino
Implacable y feroz
No importa lo que quieras
Tu vida la domino yo
¿Qué buscas, alma errante?
No te oigo, alza la voz
-Aquí me tienes, maldito,
No busco tu perdón
Vengo a avisarte
Tu mandato acabó
No dictas nada en mí
Ya no ejerces tu control

-¿Bromeas, insensato?
¡Cómo me haces reír!
¿Crees que eres libre,
Que te has librado de mí?
No puedes huir ni escapar
Yo decido por ti
Y no puedes evitarlo
¡Ja! Pobre infeliz…
-Por propia voluntad
Mis sueños voy a perseguir
No me importa que estés en contra
¡Lo voy a conseguir!

-¿Acaso piensas que puedes
Actuar en contra de mi voluntad?
¿Por qué eres tan estúpido?
¿Por qué me has de importunar?
-Lo hago por mi amor
Por ella y nada más
-¡Ja! Pobre iluso
Nada conseguirás
Está escrito en mí
¡Nunca te amará!
- No me importa lo que digas
¡La voy a conquistar!
-Me divertiré viendo
Cómo te negará
Y veré cómo te revuelves
En tu propia soledad

-No logras asustarme
Ya no hay marcha atrás
He tomado mi decisión
La seguiré hasta el final
-Sólo vas a conseguir
Mil lágrimas derramar
Yo te apartaré de ella
Con muros de cristal
Estará junto a ti
¡Pero jamás la tendrás!
-Eres mezquino y traidor
¡Cuanta crueldad!
En estas condiciones
Es cosa natural
Que yo me rebele
Contra toda tu maldad
-¿Intentas ofenderme?
Sólo eres un mortal
No sé que pretendes
Ni que vienes a buscar
-Sea humano o dios
¡Que más da!
Tengo derecho
A mi libertad
Que mi vida esté
En manos del azar
Que pueda perder
Que pueda ganar…

-Te rebelas contra el destino
¿Tanto amas a esa mujer?
- Mucho más de lo que
Jamás un dios podrá comprender
-No entiendo
¿Tan bello su rostro es?
- Es maravillosa
No lo sabes bien…
- ¿Qué tienen sus ojos
Que yo no pueda ver?
- En ellos sufro delirios
Por mirarlos y no saber
Si me mira porque me ama
O me odia tal vez…
-¿No entiendes
Que no la vas a tener?
¿Qué por mucho que lo intentes
Al final vas a perder?
-No importa lo que pase
Hasta el final lucharé
-Es contra natura
Ir contra mi voluntad
-Jamás he sido esclavo
Ni fácil de domar
-Me lo pones difícil
Pero el resultado será igual
Ya veo que insistes
¡Te dejaré marchar!
Yo todo esto
Sé cómo acabará
Pero te lo dejo a ti
Ya que quieres luchar
Pero ha de ser ella, y no yo
Quién de ti se ha de apiadar
-Al fin conseguí
Lo que vine a buscar
-Calla muchacho
¡Y despierta ya!

De repente, el soñador errante despertó de su sueño con una extraña paz interior, no recordaba muy bien lo ocurrido, pero sabía de algún modo que su alma había luchado con el destino…ahora le aguarda una vida por delante…

Cien veces

Cien veces he llorado, y cien veces he escrito; cien veces compartí mi desilusión y mi desengaño con algún compasivo lector que quisiera hacerse partícipe de mis demonios personales.

Cien veces expresé mis lamentos, y tantas otras guardé silencio, queriendo encerrar en lo más profundo de mis abismos mis miedos más íntimos.

Cien veces dije que la locura tiene labios de mujer, y cien veces me desplomé por las esquinas de mi autocompasión, encorsetados los recuerdos por los grilletes del olvido, sumida la memoria en el más oscuro de los arrepentimientos, dónde solo mis ribetes de poeta consiguieron arrojar algo de luz y calor.

Cien veces te miré, cien veces te odié y cien veces te amé, no teniendo control alguno sobre mí, pues ante esos ojos me encuentro indefenso, después de tanto tiempo sigo siendo como un niño asustadizo ante el embrujo de tus ojos, después de tanto tiempo la sinceridad no ha conseguido arrancarme ni una sola palabra, porque te odio demasiado como para admitir que no puedo sacarte de mi mente, te odio demasiado como para admitir que tu voz es la sinfonía más bella que jamás oí, te odio demasiado como para admitir que detesto tu incomprensión, quiero hacer como si no me importase lo más mínimo, pero es complicado; te odio demasiado como para admitir que jamás vi algo tan hermoso como tú, que jamás contemplé luz más maravillosa que la de tu sonrisa, que jamás ahondé abismos más profundos que los de tu silencio, que jamás sentí un fuego como el de tu mirada...

Cien veces diré que te odio... y cien veces mentiré.

Recóndita armonía

Aqui comienza esta historia, veremos que nos depara el destino. Como no podía ser de otra manera, comenzaré con la canción que le da título al blog: