martes, 12 de junio de 2012

Libertad

El tiempo se consumía, ante el impasible sonido de las olas. Van se encontraba al pie del acantilado, mirando ensimismado la infinidad del océano. El Sol ya pretendía sumergirse en el mar para dar paso a la noche, pero aún teñía el cielo del color del atardecer.
Tal como había prometido, Seth apareció en el lugar. Rápidamente, se acerco a Van para hablar con él:
-¡Van! Así que te vas mañana ¿eh?
-Así es, amigo. No será un viaje excesivamente largo, pero confío en que me será muy útil.
-¿Y a dónde vas? ¡Apenas me has contado nada!
-Tomaré un barco que me lleve hasta el próximo continente. Una vez allí realizaré una peregrinación muy conocida por aquellas tierras.
-Mmm… ¡Interesante! ¿Y por qué has decidido hacerlo?
-Porque ahora he comprendido lo que es vivir. Ahora sé que la vida sólo vale la pena si te esfuerzas en vivirla. Que dejar que pase el tiempo no es vivir, es morir lentamente. Al nacer, nos regalan toda una vida y todo un mundo, creo que debemos saber aprovecharlo. Ya he malgastado muchos años sin hacer nada, dejando que el conformismo y la rutina llevaran las riendas de mi vida. Sí, es cierto que no es la peor de las vidas, pero tampoco es la mejor de ellas. Ardo en deseos de ver el mundo, tantos paisajes que ver , tantas ciudades que visitar y, sobre todo, tantas personas que conocer… Sin duda creo que aportará mucho a mi vida. También creo que será una cura de humildad. Sustentarme únicamente en mis pies me hará recordar que la vida no siempre es un camino de rosas, sino que muchas veces es de barro. Que el lugar de los pies es el suelo, y no otro, y que las cosas se consiguen a base de tesón, superación y esfuerzo. Veré como otros tienen oro y mansiones, y viven temerosos de perderlos, mientras mi vida serán mis piernas y mis posesiones lo poco que quepa en mi mochila. Al perderme por los caminos del mundo entenderé lo pequeños que somos, recorriendo sus senderos me haré una idea de la belleza de nuestro mundo.
Finalmente, entenderé cuán afortunados somos por poder disfrutar de ese regalo tan inmenso que es nuestra libertad, esa ave dorada de vuelo firme y mirada ígnea que señala el camino a la felicidad. Sentiré que su fuego destruye mis cadenas, y me hará acompañarla junto al viento, allá donde su vuelo quiera llevarme, allá donde su sombra me cobije, hacia ese lugar donde los sueños se hacen realidad…
-Vaya, veo que estás ilusionado. Se te ve emocionado con la idea.
-Sin duda lo estoy, Seth. Y recuerda, esto no son más que palabras, que se quedarán cortas frente a las sensaciones que experimentaré. Todo esto es lo que mi alma ha soñado, pero no soy capaz de describir con palabras lo que sentiré, que estoy convencido que será mucho más de lo que te he explicado. Sólo es un esbozo de mis ideas…
-¡Vaya! Si no fuera porque no puedo abandonar ahora el hogar, te acompañaría.
-No te preocupes amigo. Sé que éste será el primer viaje de muchos, y seguramente volveré a realizar este mismo algún día. Cuento contigo para que me acompañes.
-¡De acuerdo entonces! ¡Buen viaje, Van!
-Gracias, Seth.

La noche ya se había apoderado del cielo, y el pueblo dormía bajo la luz de la luna llena. Van no podía conciliar el sueño, ante el inminente viaje. Sonreía en el silencio de la noche, por fin llegó el momento de volar...

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