miércoles, 4 de mayo de 2011

El momento


Ese momento que tanto temo está muy cerca, lo presiento, como la acorralada presa que siente en el cuello el aliento de la muerte. Trato de mirar hacia otro lado, ignorar ese desenlace, pero en mi interior se que no hay nada que hacer. El destino está escrito y, una vez más, no seré yo el vencedor de esta batalla. Quizá debería haberme acostumbrado ya al fracaso, pero da igual cuanto lo intente, cada vez duele más que la anterior.

Y tengo miedo, el miedo de aquél que sabe que caerá pero no sabe ni cómo ni cuándo,  sufriendo en cada momento hasta que su caída se consuma. Así me siento, temeroso de cada encuentro, cada palabra , cada gesto, pues siempre temo que esa toma de contacto sea la definitiva, la que firme mi desgracia, la que confirme mi caída.


domingo, 1 de mayo de 2011

El otro

Yo soy el otro. Soy el que no importa, el que sobra, el que vive a la sombra de la gloria. El éxito jamás me visito y a la suerte nunca le caí demasiado bien. El eterno perseguidor de una sonrisa, de una mirada, de unas palabras, aunque bien sé que ninguna será para mi…
Soy aquél  que está siempre junto al protagonista, soy ese secundario molesto que deseas que desaparezca, pues mi presencia no hace sino entorpecer el transcurso natural de la función. Soy el que lucha por una meta inalcanzable, aún sabiendo que sólo consigo retrasar lo inevitable.
Soy el huésped de tu silencio, el esclavo de tu presencia, la furtiva lágrima que se derrama cuando veo que, una vez más, mi sueño yace en el suelo hecho pedazos…
Siento que tu presencia es para mí como el agua para la sed, que tu voz es la más dulce que jamás oí, y que es más intenso el fulgor de tus ojos que el del mismo Sol…¡Yo quiero arder en ese fuego!

Yo soy aquél que muere cada día. Yo soy el otro, pero para mí tu siempre serás la única.